Hoy en la asignatura de “Gestión de calidad”, una compañera del área de finanzas ha dicho una frase llamativa “Solo lo que puede ser contabilizado, puede ser mejorado”, o lo que es lo mismo… si no puedes contabilizar algo, no lo puedes mejorar. ¿Creéis que esta afirmación es acertada?
¿Puedo contabilizar las emociones o los estados de ánimo? ¿Puedo decir como de motivado se encuentra una persona? Creo que la respuesta es rotunda: No. Sin embargo, ¿puedo mejorar la motivación de una persona? ¡Por supuesto que si!
Dentro de la gestión de empresas tenemos muchos tipos de personas, algunos se preocupan más de lo social, otros de la publicidad, otros de las finanzas, etc…. Justamente los financieros (y perdonad mi atrevimiento), parecen pecar en ocasiones de exceso con los números. Parece que todos son números en la empresa y cualquier propuesta o idea, la consecuencia que tiene es siempre numérica. Y por tanto, mejorar significa que o que esa propuesta/idea sea barata o que sea muy rentable, pero no parece valorarse el resto de consecuencias.
Por ejemplo, imaginemos un aumento de sueldo para un grupo de trabajo que ha logrado sus objetivos. Para el financiero general (siempre hay excepciones), esto no seria nada más que un gasto, sin embargo, para aquellos con mayor perspectiva ese aumento repercutirá en la motivación del grupo.
Lo mismo en sentido contrario, un despido de un grupo de personas, podría ser visto como una simple reducción de costes cuando en la realidad debería ser un desprestigio de la empresa.
Mi duda personal seria saber hasta que punto repercute una acción repercute a las empresas que están en bolsa. Me cuestiono si la subida/bajada de acciones están ligadas a los resultados económicos de la empresa o también influyen las decisiones que afectan a la sociedad (despidos, inversiones en arte/ONGs, medio ambiente, etc…). Por desgracia, tengo la sensación que lo segundo tiene un peso demasiado poco relevante y creo que podría ser un indicador de que algo no esta funcionando en el modelo, no se esta fomentando la responsabilidad social de las empresas.
En la asignatura que comentaba (Gestión de la calidad), nos han empezado a hablar del modelo de excelencia (EFQM) el cual puede ser utilizado para valorar nuestra empresa. Este modelo, premia notablemente justamente el compromiso social y por tanto me ha parecido interesante. No lo conocemos aún en profundidad, así que no entraré tampoco en más detalles.
Otro comentario muy muy curioso que ha realizado un compañero ha sido que “el dar trabajo a niños/as en un país donde no tienen la posibilidad de estudiar, es positivo para ellos dado que al menos ganaran dinero para comer”. ¡Absolutamente tremenda la afirmación! En cuanto ha dado su opinión, toda la clase se ha llevado las manos a la cabeza y el profesor ha tenido que frenar la avalancha de críticas dado que no era el tema que se estaba tratando en clase. En cualquier caso, que haya 1 persona que piense eso me parece ya excesivo, no podemos perder el rumbo en cuanto a derechos humanos sino vamos a entrar en un juego donde todo vale y eso no nos va a llevar por buen camino. Si en un país, un niño no puede acceder a un colegio, no hay que darle trabajo al niño… hay que cambiar el país.
En conclusión, y retomando la frase inicial, la tristeza de ese niño/a explotado/a no puede ser contabilizada pero sin embargo, SI puede ser mejorada.